jueves, enero 20, 2005

Respiros de tí...

No verte, no mirarte implica tanto como que me pidas no respirar. Volteo a contemplar la vida sin tí y ya no puedo ni siquiera imaginar que me faltes. Posesivo, posesivo dices que es mi amor por tí, lo siento no puedo sentir de otra manera ni escucharte de otro modo ni amarte de manera distinta a como he aprendido a amarte.

Me duele el alma cuando me dices que estarás conmigo y no veo la maldita hora llegar para verte, para estar contigo. He aprendido a quererte, a amarte tanto que me cuesta trabajo respirar la vida si el aire no tiene tu olor.
Me oprimes el corazón al decirme que todo está bien, mientras veo que te alejas, mientras las ganas de tí me matan, mientras el ánimo de vivir se cierra.

Me cierras las venas al quitarme tu sangre, me quitas el tanque de oxígeno que es tu amor, me desconectas toda sensación de vida. ¿Cómo quieres que la vida sea igual si tú no estás?, ¿de donde pretendes que saque ganas de vivir si tu amor no me acompaña?. Me he vuelto tan dependiente de tí que creo moriré el día que te me vayas.

¿Cómo pretendes que sobreviva si tus besos me faltan? necesito siempre y todo momento que tu piel esté incrustada en la mía, que tus labios no dejen de besarme y que tus abrazos no cesen de darme calor. Necesito que te quedes, ocupado urgentemente de tu presencia, tu presencia que me da fuerza y vitalidad para la existencia.

El día en que ya no puedo tener ni tu amor ni tus caricias hasta entonces, y sólo hasta entonces, voy a respirar, dejaré que mi corazón se detenga porque tu abandono me secará el alma. Ya no me castigues, ya no te me vayas, quédate, quédate y dame vida nuevamente.